Ingredientes para 10 personas aprox:


Para la base de la tarta:

225 gr de galletas, 100 gr de mantequilla fundida y 3

cucharadas de vermut.

Elaboración:

Pulverizamos las galletas y las juntamos con la mantequilla fundida y el vermut.

Colocamos una capa de unos 3-4 milímetros sobre un molde redondo para tartas de 24cm aproximadamente (preferiblemente desmontable), procurando que la base suba al menos 1 cm por encima de la unión de las piezas.

Lo introducimos en el frigoríGico durante al menos 30 minutos para que compacte.

Para la crema de la tarta :

200 gr de Miel de Encina Gran Reserva, 300 gr de nata 33% de materia grasa, 600 gr de queso crema, 125 gr de queso de cabra semicurado (previamente rallado) y 6 huevos.

Elaboración:

Precalentamos el horno a 180C.

Ponemos todos los ingredientes en un recipiente amplio y trituramos con la batidora de mano hasta obtener una crema sin grumos.

Vertemos la crema sobre la base de la tarta y la horneamos a 180C durante aproximadamente unos 35 minutos, aunque dependerá de cada horno. Si nos gusta un poco más cuajada podemos dejarla unos minutos más.

La sacamos y la dejamos reposar a temperatura ambiente unas 4 horas.

La introducimos en la nevera al menos 12 horas más para que termine de coger cuerpo.

Para el emplatado final:

Propóleo de Miel Gran Reserva, mermelada casera, la tarta de queso y queso de cabra recién rallado.

La tarta está deliciosa al natural pero podemos optar por incrementar su sabor de diferentes formas:

Podemos rallar un poco de queso encima de cada porción de tarta.

Además podemos acompañarla de nuestra mermelada favorita: fresas, melocotón, ciruela, membrillo, etc.

De forma opcional, y para reforzar aún más nuestro sistema inmunológico, también podemos añadir unas gotas de propóleo Gran Reserva a la mermelada con la que vayamos a acompañar la tarta. Simplemente lo integramos y servimos.

Una receta de David Monaguillo para Miel Gran Reserva